La función de una emoción variará según la necesidad que amerite el requerimiento del ambiente, es decir, cada emoción prepara al organismo para distintos tipos de respuesta. Pero en general funcionan como mecanismos de supervivencia y adaptación.
La clave para lograr efectividad en el manejo y gestión de las emociones no es negarlas o controlarlas, sino permitir que fluyan, lo cual no quiere decir que si, por ejemplo, estás enojado (a) con tu cónyuge, des rienda suelta a tu enojo y le lastimes, o traspases sus límites y derechos, sino más bien dejar que tu emoción te informe que está pasando contigo, para luego decidir cómo atenderla de la manera más segura y productiva.
Somos un equipo de psicólogos y psicólogas en Valencia multidisciplinar, especializado en distintas áreas que abarcan tratamientos psicológicos específicos. ¿En qué puede ayudarte un psicólogo? Dentro de la psicología existen muchas especialidades y diferentes formas de tratamientos. Lo que realiza un psicólogo es tratar aspectos de la conducta humana. Estos aspectos pueden ser los pensamientos, emociones, comportamientos y relaciones. El objetivo es ayudar a otras personas a comprenderse mejor, al conocer sus necesidades psicológicas podrán avanzar y superar esos malestares psicólogicos.
Las emociones son un componente fijo de nuestro programa de comportamiento.
De modo que las personas tienden a amoldar su expresión emocional a los cánones socialmente aceptados, lo cual puede implicar reprimir o negar determinadas emociones. Como seres humanos, no podemos suspender, desconectar o eliminar las emociones de nuestro repertorio de experiencias y comportamientos. Las emociones no son simplemente una opción dentro de un menú del que podemos escoger alguna de las opciones sugeridas.
Las emociones son reacciones biológicas a los estímulos. Están ahí para favorecer la respuesta de nuestro organismo ante las diversas situaciones y ayudar a la supervivencia de la especie. Cada una cumple un papel (la ira nos activa, el miedo nos paraliza o nos hace huir, el amor nos calma y facilita la convivencia…).
El problema surge cuando las emociones que sentimos son desproporcionadas al estímulo y, por lo tanto, nos perjudican. ¿Qué podemos hacer entonces?