Es muy probable que hayamos escuchado sobre la existencia de estos profesionales, pero no sepamos con exactitud a qué se dedican. Más aún, puede pasar que ni siquiera hayamos pensado en acudir a estos especialistas. Esta situación posiblemente se deba a que no sabemos para qué sirven los sexólogos…
Un sexólogo es un psicólogo especializado en sexología y terapia de pareja que ofrece un asesoramiento o terapia sexual, acompañando a las personas a superar las dificultades relacionadas con la sexualidad que puedan ir surgiendo a lo largo de las diversas etapas de la vida. El sexólogo trabaja desde…
La disfunción eréctil es un trastorno sexual muy común el cual aparece durante la fase de excitación. Su principal característica es la imposibilidad de tener o mantener una erección.
Un sexólogo o sexóloga es la persona que tiene formación específica en este área, que generalmente se obtiene a través de un postgrado o máster. El objetivo de cualquier sexólogo o sexóloga es ayudar a que personas y parejas conozcan mejor su sexualidad, que es única y particular para cada uno, para que puedan expresarla y asumirla de una forma saludable traduciéndose en una mayor satisfacción sexual y, por lo tanto personal
El mal funcionamiento de la flora o microbiota intestinal, definida por algunos autores como un órgano más del cuerpo, está asociado a diarreas, gastroenteritis, gases y diversos trastornos digestivos, pero también parece responsable de enfermedades más graves, como alergias e inflamación del intestino.
La diabetes mellitus es una enfermedad que se produce cuando el páncreas no puede fabricar insulina suficiente o cuando ésta no logra actuar en el organismo porque las células no responden a su estímulo.La insulina es una hormona necesaria para introducir la glucosa (un tipo de azúcar o hidrato de carbono) dentro de las células, que la utilizan como fuente de energía. Cuando la glucosa se acumula en la sangre en lugar de entrar en las células, con el tiempo puede producir complicaciones en el corazón y la circulación, los riñones, el sistema nervioso y la vista.
El principal problema de la hipertensión es que, con frecuencia, no presenta ningún tipo de síntoma y, cuando aparece, el daño ya está hecho. Por eso, para detectarla hay que realizar controles periódicos a cualquier edad, pero sobre todo en mayores de 40 años, personas con predisposición familiar, con presencia previa de enfermedades cardiovasculares o embarazo y en tratamientos con ciertos medicamentos, como por ejemplo los anticonceptivos.