Educación Afectivo Sexual o Sexoafectiva en Sexólogos Valencia.
Todo ser humano es un ser sexuado. Durante toda su vida tiene unas necesidades y unas conductas sexuales según la edad, pero siempre presentes e ineludibles.
La forma de asumir, vivir y potenciar esta realidad la denominamos SEXUALIDAD.
La sexualidad, por lo tanto, es un componente de la personalidad y se conforma a través de la información que se reciba, de las actitudes que se desarrollen, de las experiencias que se tengan. La educación posibilita su completo desarrollo.
Existen muchas opiniones y puntos de vista acerca de la Educación Sexual.
Vamos a ver algunas de ellas:
LA EDUCACIÓN SEXUAL FOMENTA EL INTERÉS SEXUAL
Se ha considerado durante mucho tiempo que los niños/as no tenían sexualidad, por lo que hablarles de ella lo único que podría traer era problemas.
Pero queramos o no, la realidad es que somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos, no podemos NO TENER SEXUALIDAD. Las dudas que se pueden plantear son, si se les debe dar información – educación o no. Queramos o no la información la reciben de otras fuentes, probablemente inadecuadas.
LA EDUCACIÓN SEXUAL GENERA MAYOR ACTIVIDAD SEXUAL
Las personas que piensan así consideran que la educación sexual va a producir un aumento de las conductas sexuales.
Pero lo realmente cierto es que niños, niñas y jóvenes tienen grandes necesidades de información. Y la realidad muestra que el conocimiento de los hechos relacionados con la sexualidad es positivo ayudando a conocer y asumir responsablemente el hecho de ser sexuados.
LA EDUCACIÓN SEXUAL SE APRENDE EN LA CALLE
Otras personas pueden creer que todo lo relacionado con la sexualidad se aprende en la calle. Este tipo de educación sexual produce frecuentemente difusión de ideas erróneas, algunas de las cuales son muy peligrosas.
EDUCACIÓN SEXUAL SE HACE SIEMPRE
Otras personas plantean que la Educación Sexual es responsabilidad exclusiva de padres y madres.
Si como decíamos anteriormente la persona es un ser sexuado, estando en la escuela, con sus amigos y amigas, continúa siéndolo.
Educación Sexual, acertada o errónea la hacemos siempre. Cuando no contestamos a una pregunta, cuando contestamos: ¡Ya te enterarás cuando seas mayor!, cuando decimos una cosa y hacemos otra, o cuando vamos respondiendo de forma natural a los intereses de niños y niñas cuando se presentan.
EDUCACIÓN SEXUAL NO ES MORAL SEXUAL
Sería deseable que la Educación Sexual, no se convirtiera en un conjunto de normas sobre lo que es bueno y lo que es malo, lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer -moral sexual-, sino que ha de basarse en la información objetiva y el desarrollo de una actitud positiva y responsable hacia una parte importante de nuestra personalidad, la sexual, que es constitutiva de nuestro ser y que, por tanto, hemos de vivir.
En la familia, la Educación Afectivo Sexual, se centra en aspectos como las vivencias de unas relaciones de apego adecuadas, la existencia de unos modelos que transmitan mensajes de igualdad y cooperación, y el desarrollo de pautas educativas que fomenten la adquisición de actitudes y conductas positivas ante el hecho sexual humano.
En la escuela debe consistir en:
- Un proceso de comunicación basado en el diálogo, la franqueza y el respeto mutuo.
- Fomentar una serie de valores que ayuden a cada persona a asumir su propio cuerpo y sus posibilidades de relación de forma crítica y responsable.
- Favorecer el diálogo sobre los temas sexuales en el interior del grupo de iguales, en la familia, en la escuela, etc.
- Ser progresiva, irse amoldando a cada etapa.
- Estar dirigida a toda la Comunidad Educativa.
Una Educación Afectivo Sexual así entendida colaborará en la tarea de ir dando pasos hacia una verdadera educación integral de la persona, que contribuya a formar seres más responsables, más felices, mas conscientes de su cuerpo y de las posibilidades que éste les ofrece.