Es muy probable que hayamos escuchado sobre la existencia de estos profesionales, pero no sepamos con exactitud a qué se dedican. Más aún, puede pasar que ni siquiera hayamos pensado en acudir a estos especialistas. Esta situación posiblemente se deba a que no sabemos para qué sirven los sexólogos.

Cuando de sexo se trata, ¿realmente atendemos todos sus aspectos? No es solo placer, diversión y compenetración de pareja. Probablemente al conocer para qué sirven los sexólogos descubras por qué es importante hacerles una visita periódica.

La sexualidad humana es un asunto amplio que hace necesaria la existencia de profesionales especializados en su estudio y en su práctica clínica. Un sexólogo no sólo es un psicólogo, ni un médico, ni un sociólogo o un antropólogo. La sexología es una ciencia y una disciplina independiente que se complementa y/o complementa.

Las áreas de conocimiento de la sexología son sexuación, sexualidad, erotismo, amatoria, procreación y pareja. La sexología hace especial hincapié en las actitudes. En esta disciplina se evalúa también la comprensión de los fenómenos y las interacciones.

¿En qué ayudan los sexólogos?

Sus conocimientos son útiles en momentos de cambios, como pueden ser: la adolescencia, el inicio de la convivencia en pareja, el embarazo, la crianza, la jubilación, la aparición de enfermedades o la menopausia. Tal vez el campo de trabajo más conocido sea el del asesoramiento erótico.

Los sexólogos pueden guiar a las parejas para que superen las dificultades comunes. Estas no necesariamente tienen que estar relacionadas con la eyaculación precoz o el vaginismo, por ejemplo. Tal vez el primer cometido de un profesional sea, precisamente, el de eliminar etiquetas.

Hablamos de dificultades cuando nos referimos a esas circunstancias que hacen que el encuentro amatorio no sea fácil, y las apellidamos “comunes” porque son regulares en toda la población. Desde la sexología, se guía al cultivo erótico en pareja para superar estos inconvenientes.

¿Cuándo debemos acudir a su consulta?

Acudir al médico puede ser algo habitual para la mayoría de las personas, pero hablar de ir a un sexólogo puede ser más complicado debido a los mitos que existen en torno a la sexualidad.

Existen distintas razones para ir a consulta, que muchas personas en ocasiones dejan pasar por miedo o cuestiones morales, entre otras. Siendo así, ¿cuándo debemos pedir ayuda?

• Disfunción eréctil.
• Eyaculación precoz.
• Disminución en el deseo sexual (que puede afectar tanto a hombres como mujeres).
• Muchas personas acuden al sexólogo para replantear su relación.
• Incapacidad orgásmica. Las mujeres presentan una constante molestia debido a que el tener relaciones sexuales no les ayuda a llegar al clímax.
• Anorgasmia selectiva. Se presenta cuando no se logra tener un orgasmo con un compañero, pero sí con otro o solo durante la masturbación.

• Incapacidad eyaculatoria. Algunos hombres también presentan problemas relacionados a la falta de eyaculación. La ansiedad o miedo a contraer alguna enfermedad o embarazar a la pareja están asociados con dicho problema.
• Falta de información. Por lo general, se relaciona al tamaño del miembro masculino como un factor importante relacionado con el placer femenino. Sin embargo, no existe una relación. Si fuera así, se debería tomar en cuenta la profundidad de la vagina.
• Dolor en la penetración vaginal. Puede deberse a alguna enfermedad o un problema emocional.
• Existen distintas enfermedades que afectan la vida sexual de las personas, una de ellas es la infertilidad.

¿Cómo te puede ayudar un sexólogo?

Los sexólogos son los encargados de velar por la vida afectiva y sexual de los individuos. Cubren tres campos principalmente:

• Educación: ayuda a resolver dudas de los pacientes.
• Asesoría: ofrece alternativas para mejorar la intimidad.
• Terapia: tiene la finalidad de curar o reasignar alternativas eróticas que ayuden a la pareja.

Los sexólogos nos pueden ayudar:

• Proporcionando información sexual científica. Conoce el funcionamiento sexual humano y sabe distinguir entre la información veraz y aquella que forma parte de los numerosos mitos sexuales.
• Tratando diferentes disfunciones. Cuando se producen problemas en alguna de las cuatro fases del ciclo sexual (excitación, meseta, orgasmo y resolución), los sexólogos se encargan de detectar sus causas y proponer las posibles soluciones.

Conviene tener en cuenta que la gran mayoría de los problemas sexuales tiene un origen psicológico o de aprendizaje. No obstante, ante una disfunción pueden mezclarse tanto las causas psicológicas como las biológicas.

“Ir al sexólogo” sigue siendo una frase tabú para muchas personas. Acudimos al médico general sin inconveniente, pero cuando se trata de sexólogos, la expectativa cambia. Venzamos el miedo y, si necesitamos información sobre sexualidad o requerimos de ayuda para solucionar un problema sexual, no dudemos en acudir a estos especialistas.

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Los pacientes que residen en el extranjero pueden encontrarse bajo circunstancias que en muchas ocasiones agravan sus síntomas o su malestar: disponen de menos arraigo y vida familiar o social, pueden sentirse más solos, tienen que adaptarse a horarios, costumbres y culturas muy diferentes, etc., lo cual puede ser factor de riesgo para problemas psicológicos. De hecho, algunos pacientes presentan un trastorno adaptativo al tener que residir en el extranjero.
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